Articles

Dos semanas

In Cuento on diciembre 16, 2013 by Mariano Montenegro

dossemanas

“¿Le habrá pasado algo?”, se preguntó, encendiendo un cigarrillo. Pero ella no llegó. No llegó a tiempo ni llegó después. Llamó a la noche, llamó pidiendo disculpas, dando detalles de una excusa coherente que lo convenció. Pero entonces la sexta vez que intentaron encontrarse, y fallaron, él sospechó. Y si bien la vez número cuatro había sido su culpa, sospechó de ella. Se lo dijo: “Llevamos dos semanas queriendo vernos”, lamentó. Ella también lamentaba. Lamentaba honestamente y tampoco daba crédito al desencuentro casual, sencillamente fortuito. “Probemos hoy”, dijo, y colgó el teléfono. Pero más tarde, en la esquina de Urquiza y San Lorenzo, se buscaron inútilmente. Ella no fue. O él no fue. “Yo estuve ahí y vos no estabas”, le reprochó por la noche. “Me quedé dos horas esperando”, se quejó ella sin pelear. Él volvió a sospechar. “Basta, voy a tu casa ahora”, dijo. “Me parece bien”, aprobó ella melódicamente. Más tarde, él tocaba el timbre de ella. “Bajo”, se oyó desde el portero. Pasaron algunos minutos de silencio de autos y colectivos. La sospecha lo fue abandonando como un dolor de cabeza. “Hola, ¿tenés cambio de cien?”, preguntó ella como disculpándose y tomando la caja con la pizza. Él, sereno, ya algo cansado, se llevó tres dedos a la frente quitándose la transpiración. “Sí”, dijo finalmente, como distraído. Ella lo miraba con ojos cotidianos, mientras él bucaba el vuelto con un pensamiento entumecido de una rutina de siglos. “Gracias”, dijo ella con una sonrisa cristalina en toda la boca, y le dio cinco pesos de cortesía. “De nada”, respondió, de pronto contagiado de sonrisa y poniendo en marcha la moto y poniéndose el casco y poniéndose a pensar qué les había pasado todos estos años que pasaron en las últimas dos semanas.

 

Deja un comentario